Las cosas que me encuentro en mi Tumblr…

Algo de lo que con alta probabilidad, una elevada muestra de la población no estará al tanto, es que 2013 es el Año Internacional de la Estadística (lo juro, en serio).
Si se preguntan que de qué sirve eso (además de para sacar unos quesitos y unas barritas de colores la mar de monas en los pogüepoin y marearnos en períodos pre-electorales) lo mismo les gustaría bucear un poco para entender hasta qué punto resulta de aplicación y utilidad en la vida moderna esta rama (muchas veces denostada) de las Matemáticas: biología, medicina, demografía, meteorología, agricultura, prevención de delitos…
Pero en fin, ya saben, tampoco se me agobien y hagan demasiado caso a esto de las probabilidades, los resultados y los estudios estadísticos. Yo no lo hago. Y mi opinión es avalada por más del 90% de la población.
Y después de la cuidada selección de palabras del primer párrafo, ahí dejo este vídeo, una de las mejores escenas de apertura de una de las mejores películas de la penúltima década.
No creo en el destino. Sí en la retribución. Y por eso estoy convencido de la existencia de un lugar de sufrimiento innombrable y eterno reservado para aquellos jerifaltes que envían un email con tarea pendiente un viernes a las 8 de la tarde para acometer a la mayor brevedad.
Es el mismo lugar al que irán a parar otros individuos de similar talante y que por ende merecen igual trato, como por ejemplo aquellos que pronuncian Johnny «Dip».
Feliz viernes, por cierto.
Hoy me toca comida sorpresa. Yuhoo!!
Ah, sí. La receta:
PASO 1.- Métanse en un tupper las sobras del almuerzo de un determinado día.
PASO 2.- Introdúzcase este tupper a su vez en el congelador.
PASO 3.- Evítese cualquier tipo de identificación o etiquetado sobre el tupper.
PASO 4.- Déjese reposar durante un tiempo no inferior a dos meses.
PASO 5.- El grado de sorpresa será proporcional al tiempo transcurrido y a la profundidad de conservación.
PASO 6.- El disfrute es mayor si se descongela el contenido del tupper antes de su ingesta (opcional).
Por si alguien me lo pregunta, debo aclarar que tengo la firme y sostenible creencia de que los cumpleaños son una prueba irrefutable de buena salud. Existen detallados y doctos estudios científicos a nivel internacional que demuestran que las personas que cumplen más años presentan una marcada tendencia a vivir más tiempo.
Damas y caballeros, humanos, señores del tiempo sumidos o no en un bucle temporal, daleks, cybermen, sycorax, gelths, familia Slitheen, atraxis, silurians, practicantes del culto del Silencio, sontarans, icewarriors, ángeles llorones y demás pululantes del universo en cualquier tiempo y lugar:
¿Habéis preparado vuestros suflés? Porque hoy es el día.
(Fotografía robada de la red sin ningún tipo de permiso, por supuesto).
En esto que van Heisenberg y Schrödinger dando un voltio en coche y un guardia civil les da el alto. Se acerca parsimonioso a la ventanilla y le pregunta al conductor:
-¿Es usted consciente de la velocidad a la que circulaba?
-No tengo absolutamente ni idea, agente -contesta Heisemberg-. Sin embargo, puedo decirle exactamente dónde nos encontrábamos cuando nos ordenó parar.
El agente, convencido de la honestidad de la respuesta, aunque escamado por la extrañeza de la misma, decide que el asunto requiere una investigación más profunda.
-Haga el favor de abrir el maletero.
Así lo hacen, y el agente pega un respingo ante la visión del contenido.
-¡Oigan! ¿De quién es esto que llevan aquí?
-Mío, agente -responde Schrödinger.
-¿Y sabe usted que tiene aquí dentro un gato muerto?
-Pues ciertamente no lo sabía. Pero ahora sí lo sé.